Labrador Retriever
Es un perro líder mundialmente. Con muy buen temperamento, muy ágil y activo, el Labrador Retriever posee un excelente sentido del olfato y siente verdadera pasión por el agua. Leal y poco exigente, es un excelente animal de compañía capaz de adaptarse a cualquier situación.
Inteligente, entusiasta y dócil, dispuesto a complacer a su dueño, se muestra por naturaleza amistoso, sin ningún signo de agresividad. Si bien es famoso por su habilidad para cobrar piezas, el Labrador Retriever es un perro de servicio muy versátil en distintos ámbitos, tanto como perro guía, perro de terapia o como perro de búsqueda o rescate, aunque su popularidad se debe principalmente al hecho de que es un excelente perro de compañía.
Esta raza se caracteriza por la forma de su cola, muy ancha en la base y se estrecha gradualmente hacia el extremo. Presenta una longitud media, y está cubierta de un pelo denso, grueso y corto, sin flecos, que le confiere una apariencia “redondeada”, por lo que se le denomina “cola de nutria”.
Cabeza: cráneo amplio y de rasgos bien definidos, no presenta mejillas carnosas. Es stop esta bien marcado.
Orejas: ni muy grandes ni muy pesadas, cuelgan pegadas a la cabeza, y están insertadas hacia la parte posterior de la cabeza.
Cuerpo: la espalda presenta una línea superior recta, el lomo es amplio, corto y fuerte, el pecho es amplio y profundo, con costillas arqueadas.
Cola: la porta alegremente pero sin enroscarse sobre las espalda.
Color: completamente negro, amarillo o marrón (hígado/chocolate). El amarillo varía desde el crema claro al rojo (del zorro).
Pelo: es una característica distintiva de la raza; debe ser corto y denso, sin ondulaciones o flecos, bastante duro al tacto. Presenta un subpelo resistente a la intemperie